Miguel Antonio Vega cometió dos groseros errores que lo llevaron a la cárcel. El primero, haberse incriminado en un homicidio y, el segundo, haber protagonizado un incidente que puso punto final a una fuga de ocho meses. Otra cuestión: el procurador terminó tras las rejas para poder solventar el estilo de vida que pretendía llevar adelante.

El 27 de febrero de 2019, Carlos Oscar Chequer fue asesinado en la puerta de su casa. Lo mataron aplicando varios golpes en la cabeza con un bate de béisbol. El homicida le robó una fuerte suma de dinero y un celular. Durante semanas los investigadores fracasaron en su intento de encontrar al autor del hecho.

Vega se presentó ante el ex fiscal y actual juez Edgardo Sánchez para explicarle que había encontrado un celular mientras corría en un lugar de Concepción. Al brindar más detalles, se dieron cuenta de que podría ser de la víctima. Las sospechas se transformaron en indicios cuando quedó registrado por cámaras de seguridad cuando sacaba evidencias de un vehículo que estaba por ser peritado. Allí lo detuvieron.

El 7 de julio de 2021, tal como lo había solicitado el fiscal Mariano Fernández y el querellante Ángel Fara, el tribunal integrado por Elena del Tránsito Grellet, Jesús Carlos Pellegri y Rodrigo Sebastián Martearena lo condenó a la pena de prisión perpetua al encontrarlo culpable de homicidio agravado por alevosía y criminis causa.

Como el defensor Leonardo Eduardo Juárez apeló la sentencia, los magistrados decidieron otorgar a Vega el arresto domiciliario hasta tanto quedara firme el fallo. El lugar elegido para que cumpliera su detención fue un estudio jurídico ubicado en el centro de Concepción. Los vecinos dijeron que siempre lo veían en ese lugar y hasta atendía a personas que se presentaban a realizar trámites.

Autorizan la extradición del prófugo Miguel Antonio Vega

Al tener contacto con tribunales, Vega habría recibido la información de que la Corte Suprema de Justicia confirmaría el fallo, por lo que podría haber comenzado a planificar su fuga. El 17 de mayo de 2023, el condenado se quitó la pulsera electrónica, abordó un remise y llegó hasta Acheral, donde se subió a una camioneta que lo trasladó hasta Tafí del Valle. En una moto común y corriente, tomó la ruta 40 y se escapó hacia el norte. Ahí los pesquisas perdieron su rastro.

Al que sí atraparon fue a su primo, el abogado José Adolfo Vega por haber colaborado en su fuga. Estuvo varias semanas detenido y se le formularon cargos, pero LA GACETA no pudo establecer si el expediente aún continúa abierto o si se lo cerró a través de una salida alternativa.

En Chile

El 1 de febrero, la fiscala Mónica García de Targa recibió un llamado de una autoridad judicial de Iquique, Chile. Le informaron que Vega había sido detenido en esa localidad por haber protagonizado un episodio insólito.

El prófugo, junto a una acompañante a la que nunca se pudo identificar, realizó una compra con una supuesta aplicación de pago virtual. La empleada del lugar, al pensar que se trataba de una estafa, llamó a los carabineros.

El procurador, en vez de explicar que se trataba de un error, comenzó a insultar a los policías y, según el expediente, hasta trató de agredirlos. Por esa razón fue detenido y trasladado a una dependencia policial. Cuando realizaban el proceso de identificación, descubrieron que estaba usando el nombre de otra persona. Indagaron más y constataron que tenía pedido de captura internacional.

La fiscala comenzó los trámites para su extradición. Tuvo que presentar la documentación necesaria ante la Corte Suprema de la Provincia para que ésta enviara el informe al Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación. Una vez que el Ministerio revisó y aprobó la documentación, envió la solicitud a los chilenos.

Después de 16 meses, el procurador Vega ya está encerrado en el penal de Concepción

En julio, las autoridades chilenas le respondieron a la Corte de Tucumán que aceptarían la extradición, pero se concretaría una vez que se cerrara la causa penal que se le había iniciado a Vega en el vecino país. Ese se paso se concretó semanas atrás y el condenado fue trasladado de Chile por la Interpol y alojado en Buenos Aires. Hasta allí fue a buscarlo una comisión del Grupo Cero que culminó con su misión al entregarlo a las autoridades del penal de Concepción, donde ya le asignaron un calabozo para que cumpla la condena.

“La familia de la víctima finalmente está tranquila. Porque después de un largo y polémico proceso, Vega cumplirá en la cárcel la condena que le impusieron hace más de tres años”, aseguró el querellante Nicolás Arce.